domingo, 30 de agosto de 2009

"La reina en el palacio de las corrientes de aire", de Stieg Larsson.

He completado la trilogía de Millennium. Me he leído los tres volúmenes. Los lectores que llegaron con el corazón en un puño al final de "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" quizás prefieran no seguir leyendo el tercer volumen y descubrir por sí mismos como sigue la serie y, sobre todo, que le sucede a Lisbeth Salander.
Como ya imaginábamos, Lisbeth no está muerta, aunque no hay muchas razones para cantar victoria: con una bala en el cerebro, necesita un milagro, o el más habilidoso cirujano, para salvar la vida. Le espera semanas de confinamiento en el hospital donde un paciente muy peligroso sigue acechándola: Alexander Zalachenco, Zala. Desde la cama del hospital, y pese a su gravísimo estado, Lisbeth hace esfuerzos sobrehumanos para mantenerse en alerta, porque sabe que sus impresionantes habilidades informáticas van a ser, una vez más, su mejor defensa.
A su lado estará Mikael Blomkvist que le ayudará a resolver los asesinatos que se describen en el anterior libro y a encontrar a los verdaderos culpables de los crímenes cometidos. Los tres volúmenes enganchan al lector desde la primera página y causan cierta adicción. La pena es que su autor, Stieg Larsson, murió de un infarto al corazón en el año 2004 y nos ha dejado huérfanos de sus libros.