Estamos ante la obra ganadora del Premio Planeta de Novela de este año 2016. Dolores Redondo ha escrito una buena novela negra, que sorprende al lector por su incierto final, y que te mantiene en vilo para saber quién es el asesino o asesina de los crímenes cometidos.
Existen novelas negras que enseguida sabes quién es el posible asesino y pierde interés la lectura posterior de su trama, algo que no ocurre en esta ocasión, ya que Dolores Redondo no da a conocer al autor de los crímenes hasta las últimas páginas del libro. Sorprendente final.
La novela está bien escrita, tiene un sólido argumento y a mi modo de parecer es la justa ganadora del Premio Planeta de este año 2016. Reúne todos los ingredientes necesarios para atraer la atención del lector.
Este libro ha sido editado por la Editorial Planeta y en mi apreciación personal le concedo como nota un notable alto. Recomiendo esta obra a los futuros lectores.
Sinopsis: En el escenario de la Ribeira Sacra, Álvaro sufre un
accidente que acabará con su vida. Cuando Manuel, su marido, llega a
Galicia para reconocer el cadáver, descubre que la investigación sobre
el caso se ha cerrado con demasiada rapidez. El rechazo de su poderosa
familia política, los Muñiz de Dávila, le impulsa a huir pero le retiene
el alegato contra la impunidad que Nogueira, un guardia civil jubilado,
esgrime contra la familia de Álvaro, nobles mecidos en sus privilegios,
y la sospecha de que esa no es la primera muerte de su entorno que se
ha enmascarado como accidental. Lucas, un sacerdote amigo de la infancia
de Álvaro, se une a Manuel y a Nogueira en la reconstrucción de la vida
secreta de quien creían conocer bien.
La inesperada amistad de estos tres hombres sin ninguna afinidad aparente ayuda a Manuel a navegar entre el amor por quien fue su marido y el tormento de haber vivido de espaldas a la realidad, blindado tras la quimera de su mundo de escritor. Empezará así la búsqueda de la verdad, en un lugar de fuertes creencias y arraigadas costumbres en el que la lógica nunca termina de atar todos los cabos.
La inesperada amistad de estos tres hombres sin ninguna afinidad aparente ayuda a Manuel a navegar entre el amor por quien fue su marido y el tormento de haber vivido de espaldas a la realidad, blindado tras la quimera de su mundo de escritor. Empezará así la búsqueda de la verdad, en un lugar de fuertes creencias y arraigadas costumbres en el que la lógica nunca termina de atar todos los cabos.