Una interesante novela sobre la trata de blancas y la corrupción. Me he leído varias novelas de Armando Rodera y ninguna me ha defraudado hasta el momento. A lo largo de la novela se entrelazan dos tramas que avanzan de forma paralela.
Tendremos así la investigación de lo que termina siendo un asesino en serie por una parte y por otra la investigación de todo un entramado de tráfico de personas. El lector debe estar muy concentrado en ambas tramas para no perderse su hilo conductor.
Es su segundo libro en la que salen el inspector Bermejo y el sargento Roncero. La historia está muy bien hilvanada y ha logrado que centre mi interés en los últimos días. Valencia es la ciudad donde básicamente transcurre la acción de la novela.
Como aspecto negativo tengo que indicar que, cuando llevaba un tercio leído de esta novela, me he estancado un poco y me costaba seguir la trama literaria. Al final, superé esta indecisión y seguí su ritmo narrativo hasta la última página. El desenlace me ha gustado y doy mi aprobación general.
Esta novela ha sido editada por Amazon Publishing y en mi valoración personal le concedo como nota un notable alto.
Sinopsis: Meses después de su último gran
operativo, el inspector Bermejo deberá enfrentarse a una doble misión en
Valencia: descubrir al causante de los misteriosos asesinatos de
mujeres ocurridos en la región y acabar con una trama de corrupción en
la que se ven involucrados algunos miembros de la Policía.
Por su parte, tras una excedencia, el
sargento Roncero regresa a España junto a la periodista Miriam Monfort y
recibe el encargo de colaborar en una importante operación de la
Guardia Civil contra el tráfico de personas en la zona levantina.
Un macabro hallazgo en el puerto de
Valencia los situará tras la pista de un empresario ruso con conexiones
al más alto nivel. La presencia de mafias internacionales en la zona
pondrá en jaque a los investigadores, envueltos en una trama cada vez
más compleja, repleta de peligrosas ramificaciones.
Un thriller en el que los protagonistas deberán enfrentarse al lado más oscuro del ser humano y luchar encarnizadamente por sus vidas.
